En el dia de hoy, la comisión de DISEC (Comité de desarme y seguridad internacional) abordó el tema del rápido crecimiento de los ataques cibernéticos.

En un primer momento, los delegados hablaron de las posibilidades que se pueden plantear con el fin de disminuir los constantes ataques cibernéticos desde la creación de leyes y la unificación de las mismas para fortalecer la seguridad internacional.

Sin embargo, la comisión se encuentra dividida, puesto que ha tomado dos rumbos, con escasas conciliaciones. No obstante, se percibe la latente preocupación por encontrar la base del problema, ya que se necesita que los países empiecen a tomar acciones concretas, lideradas por sí mismos y poder así recibir ayuda de externos.

“Estos avances son una espada de doble filo,” frase destacada entre las demás, ya que en casos como el de Irak, son los ataques cibernéticos contra ISIS y sus batallas internas, las que han logrado disminuir el poder y control de estos bandos sobre el estado.

Adicionalmente, se expuso otra moción, en la que se propuso establecer un control ante los ciudadanos para disminuir los ataques y moderarlos, mediante la educación e información a las comunidades sobre los avances de la tecnología y la ciencia por medio de organizaciones y campañas.

Las sanciones para aquellos que hagan un uso indebido de las redes, serán aprobadas por todas las comisiones. Mayor parte de los delegados prefieren que los ataques sean controlados por medio de la tecnología y que logre abarcar tanta capacidad que se puedan disminuir por medio de la misma sin tener que devolver o retroceder tanta evolución, desde la perspectiva de retornar al lápiz y al papel, contrarrestado por la posición de la delegación de Brasil:

“El que no evoluciona se muere”

Finalmente, la comisión culminó su debate en torno a la acusación de la delegación de Rusia, por haber hackeado los computadores de las otras delegaciones y robado información. En su defensa, expresó que aquella información confidencial robada, sería devuelta y que todo se dió para demostrar lo vulnerables que son las naciones frente a los ciberataques.